cuento historias intensamente
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Ficha artística
Dirección, dramaturgia e interpretación: Ángela Palacios
Ayudantes de dirección: Jose Antonio Puchades y Carlos Martín-Peñasco Lara
Diseño de iluminación y técnico en espectáculo: Ana Ugarte
Diseño de maquillaje y peluquería: Sergio Esche
Fotografía: Carlos Montilla
Vídeo y diseño de cartel: Rubén Rocha (NOIA FILMS)
Mirta en espera es un monólogo que bebe del clown, el género musical y el stand-up, para hablarnos, a través de desengaños profesionales y amorosos, de la vulnerabilidad que se esconde detrás de nuestro bien construido personaje social. Mirta se desnuda ante un público que espera cómplice con ella. No esconde ni sus dudas ni sus múltiples intentos fallidos de alcanzar el éxito, pero también nos contagia de su inagotable esperanza.
La obra es una parodia de los cuentos de hadas donde la protagonista vestida como tal repasa los clichés y trampas de ese tipo de relación única, respecto a la que parece que en esta sociedad no hay más alternativa que tener. A través de su relato va desmontando también el impuesto sueño de constante progreso y vida perfecta, con el que inevitablemente hemos crecido a base de películas, series y canciones.
Así que, Mirta es actriz, o al menos lo intenta, llega de Cuenca a la gran ciudad, quiere vivir de su profesión y su encuentro con el público se convierte en una sátira del mundo artístico donde muchas veces lo que menos importa es el arte. En el fondo, no sabe si espera el éxito o el amor, y las historias que va relatando sobre la profesión se entremezclan con el desamor y los malentendidos. En efecto, Mirta vive la vida como si fuese una película... Y parece que su clímax está a punto de suceder.
Crítica en prensa
“La oferta de espectáculos en Barcelona es tan grande que corremos el riesgo de que nos pase desapercibida una joya teatral que se llama "Mirta en espera". [...] Si buscáramos una mezcla de clown, mimo, show-woman y mujer orquesta iríamos a parar sin duda a Ángela Palacios. Sólo le falta la armónica y el acordeón. Lo sabe hacer todo y, además, lo hace bien. [...] Con su ingenuidad y candor, Mirta os hará sonreír y soñar. Cuando salgáis del Llantiol pensaréis “qué bonito es vivir en un mundo sin malicia”. Ojalá que esta sensación os dure como mínimo hasta el día siguiente
“No estamos ante un monólogo cómico, sino ante una pieza teatral con una buena dramaturgia, un ritmo perfecto y una actriz muy completa. [...] Mirta en espera no solo me hizo reír sino que me hizo pasar un rato magnífico. A veces hay espectáculos que, sencillamente, tienen ese algo (llámalo ilusión, llámalo amor por el trabajo) que los convierte en especiales. Mirta en espera pertenece a esa selecta categoría”.
“Porque esta se sustenta, principalmente, en la gracia interpretativa de la actriz, en su elocuente expresividad, en su versatilidad de registros y capacidades (los momentos musicales son un gran aporte) y en el texto, ingenioso y cercano. Mirta se convierte en seguida en un personaje entrañable y con el que no puedes evitar reírte, [...] es capaz de sorprender con giros realmente acertados y que aportan a la obra mucho dinamismo. MIRTA EN ESPERA es igual que su protagonista: divertida, fresca, desenfadada y graciosa”.
“Hacía tiempo que no me reía tanto. No solo por el guion, escrito por la propia actriz, Ángela Palacios, con el que ha logrado crear un personaje tierno, culto e irónico, sino por esa manera tan real de retratar el mundo de las profesiones precarias. Así, la obra es un retrato de las ilusiones perdidas, de lo que esperábamos que vendría pero que al final no vino. [...] La historia de Mirta es la de todos. Porque tras las continuas risas del público se adivinaba la conversación que vendría después de la obra. La que tendría lugar frente a un vino, la de contar, ya con menos risas esta vez, en cuántos bancos nos hemos sentado y cuántos ramones no han llegado puntuales a nuestra cita. Si es que han llegado”.
“Nos ha gustado mucho como está construido este personaje que es a la vez tierno e irónico con una denuncia, [...] Ángela Palacios nos ha mostrado un montón de facetas en tan sólo una hora y pico de representación, una buena dramaturgia y un ritmo excelente, donde canta, gesticula y se mueve por el escenario con una gran resolución. [...] Un monólogo que abre también una puerta a la reflexión, la de la espera, ¿cuántas veces esperamos algo?, ¿algún hecho que nos cambié la vida?, [...] Y mientras esperamos no pasa nada, sólo pasa la vida y las oportunidades, que por el hecho de esperar, no hemos sabido aprovechar”.
"Palacios revela a su público que cada uno de los presentes tiene, en realidad, algo de Mirta. [...] al final sólo queda un personaje, nosotros mismos, y una función que nos está esperando a que nos levantemos del banco: la vida".
